Diseñado para integrarse con el paisaje natural de Riobamba, este parque urbano aprovecha las vistas a los nevados Chimborazo, Altar, Tungurahua y Carihuairazo, que inspiran la disposición de plazas estratégicas conectadas por una red de senderos. Su diseño botánico resalta la biodiversidad local con jardines, áreas verdes y una pista de ejercicio, fomentando un espacio dinámico y saludable. La quebrada y el canal existentes se transformaron en muelles y lagunas de purificación natural, promoviendo sostenibilidad y contacto con la naturaleza. Además, el parque incluye zonas de BBQ y una plaza para vendedores ambulantes, enriqueciendo su función social. La casa club, con terrazas verdes, se erige como mirador principal hacia el Chimborazo.