Este proyecto nace de la necesidad de integrar la arquitectura con la naturaleza sin alterar su equilibrio. Ubicadas en la Laguna de Orbetello, estas cabinas de observación fueron diseñadas para fusionarse con el paisaje, utilizando muros de piedra que evocan la materialidad de La Toscana y garantizan el camuflaje de los observadores. La estructura se eleva entre estos muros, permitiendo visuales en todas las direcciones y brindando la sensación de estar flotando en el entorno. El diseño busca una intervención mínima en el territorio, dispersando las cabinas a lo largo de distintos puntos estratégicos para generar una experiencia de recorrido antes de llegar a ellas. Además, el centro de visitantes y las áreas de hospedaje siguen el mismo lenguaje arquitectónico, reforzando la privacidad y el diálogo con el paisaje.